martes, 5 de octubre de 2010

Nueva clase de agujero negro


Hace poco más de un año astrónomos europeos y estadounidenses descubrieron un agujero negro a millones de años luz de distancia con una masa superior a quinientas veces la solar. Lo denominaron fuente de rayos X ultraluminosa 1 (HLX-1).
Ahora, científicos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos han aportados pruebas de la distancia y del brillo de esta fuente de rayos X ultraluminosa y han confirmado que está situada cerca de una galaxia y que supone una nueva clase de agujero negro. Sus descubrimientos, publicados en un artículo en la revista Astrophysical Journal, demuestran que HLX-1 no está en nuestra galaxia y que no es un agujero negro supermasivo del centro de una galaxia lejana situada en segundo plano.
Los astrónomos, dirigidos por la Universidad de Leicester (Reino Unido) afirman que HLX-1 es el objeto astronómico más extremo de los situados en la galaxia ESO 243-49, a una distancia de la Tierra de unos 290 millones de años luz. Sus hallazgos confirman la luminosidad extrema de HLX-1, que describen como «un factor unas 100 veces superior al de la mayoría de los demás objetos de su clase y unas 10 veces mayor que el de la siguiente fuente de rayos X ultraluminosos más brillante».
Esto obliga a los científicos a replantearse sus teorías sobre el brillo máximo de las fuentes de rayos X ultraluminosas y refuerza la idea de que HLX-1 podría contener un agujero negro de masa intermedia. Hasta ahora era imposible detectar con fiabilidad este tipo de agujeros negros.
El equipo planea profundizar en la investigación y averiguar si existen más objetos tan extremos como HLX-1 y comparar los datos que poseen sobre él con fuentes de rayos X ultraluminosas más grandes. Esta información ayudaría a averiguar cuántos agujeros negros de masa intermedia existen y a determinar sus ubicaciones.

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